GEMA4.0. Guía española para el manejo del asmaGEMA4.0. Guidelines for Asthma Management
Objetivo
El principal objetivo de la presente guía es mejorar el control y calidad de vida de las personas con asma mediante el incremento de la formación técnica de los profesionales sanitarios que deben atenderles. En particular en los aspectos relacionados con la prevención y valoración diagnóstica-terapéutica de la enfermedad.
No obstante, la GEMA es una plataforma que aglutina una serie de acciones complementarias, todas diseñadas para alcanzar el objetivo antes descrito, entre las que sobresale el presente documento: una guía de práctica clínica basada en la evidencia. Posteriormente, otros documentos (GEMA de Bolsillo. GEMA de Pacientes, GEMA Educadores, Indicadores de Calidad Asistencial del Asma, etc.) irán completando la “familia” de la GEMA.
Específicamente, el presente documento (guía de práctica clínica) y toda la estrategia que conforma la plataforma GEMA4.0, está dirigida a médicos de Atención Primaria, pediatras, neumólogos, alergólogos, pediatras neumólogos y pediatras alergólogos, otorrinolaringólogos, farmacólogos, farmacéuticos, enfermería general y especializada en patología respiratoria, educadores, profesores, pacientes y familiares de pacientes.
Método
Búsqueda de la evidencia. Partiendo de la anterior edición de la GEMA2, editada en 2009, y siguiendo las recomendaciones para la Actualización de Guías de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud3, los miembros del Comité Ejecutivo realizaron una búsqueda sistemática, con evaluación y selección de las publicaciones aparecidas sobre asma desde 2009 hasta 2014 (Proyecto Pro-GEMA). Tras la revisión de las revistas de Neumología, Alergología, Pediatría, Atención Primaria, Medicina Interna y Otorrinolaringología de elevado factor de impacto, y su clasificación entre los dos primeros cuartiles de su especialidad, se seleccionó un total de 184 trabajos (resúmenes disponibles en http://www.progema-gemasma.com/foco.html) que se consideraron de interés para la actualización de la guía y que se proporcionaron a los redactores para su consideración. Además se les animó a efectuar sus propias búsquedas bibliográficas específicas para temas concretos. Para ello, se siguió el procedimiento habitualmente establecido en la elaboración de guías de práctica clínica4. Así mismo, se revisaron los listados de referencias de las principales guías de práctica clínica internacionales5,6 para identificar las principales revisiones sistemáticas y ensayos clínicos. Estas guías se buscaron en bases de datos especializadas (National Guideline Clearinghouse, National Library of Guidelines) y en el metabuscador de literatura médica TRIP database. Se consultaron las bases de datos del Centre for Reviews and Dissemination (DARE y HTA database) y The Cochrane Library para identificar revisiones sistemáticas y evaluaciones de tecnologías adicionales. La búsqueda se completó con una actualización de las revisiones sistemáticas a partir de su fecha de búsqueda y de los estudios relevantes en las principales bases de datos electrónicas de estudios originales (MEDLINE, CENTRAL y EMBASE).
Clasificación de la evidencia. Para la evaluación de la calidad de la evidencia se utilizó la clasificación alfabética (tabla 0.1), que clasifica la calidad de la información en cuatro categorías (A, B, C, D) y que representan un gradiente de confianza en los resultados obtenidos en los estudios disponibles. La categoría A correspondería a una calidad alta y la D a una calidad muy baja. La confianza en los resultados, en el caso de la categoría A, es alta siendo improbable que estudios posteriores modifiquen los resultados disponibles. Por el contrario, en el caso de las categorías inferiores, C o D, la confianza será baja o muy baja, siendo muy probable que estudios posteriores modifiquen los resultados, o incluso la dirección del efecto. No obstante, se debe recordar que dicho sistema resulta muy útil para categorizar la evidencia de la eficacia terapéutica de fármacos u otras acciones terapéuticas, pero puede infravalorar otros. De ahí que las evidencias de los estudios que determinaron la idoneidad de algunas exploraciones diagnósticas se clasificaran con frecuencia con un nivel de evidencia C. EAC: estudios aleatorizados y controlados; MA: metaanálisis; RS: revisiones sistemáticas (modificada de GINA 20062).Categoría de la evidencia A RS de EAC con o sin MA y EAC con bajo riesgo de sesgo. La evidencia proviene de un número sustancial de estudios bien diseñados con resultados consistentes. B RS de EAC con o sin MA y EAC con moderado riesgo de sesgo. La evidencia proviene de un número limitado de estudios y/o resultados inconsistentes. C La evidencia proviene de estudios no aleatorizados, observacionales o no controlados. D Experiencia clínica o literatura científica que no puede incluirse en la categoría C.
Teniendo en cuenta la reciente aparición de nuevos enfoques para clasificar la calidad de la evidencia basados en otros aspectos, además del diseño de los estudios7,8, se utilizaron algunas características marco GRADE (http://www.gradeworkinggroup.org/), aunque éste no se aplicó de una forma completa.
Clasificación de las recomendaciones. Para clasificar la relevancia y consistencia de las recomendaciones clínicas, se siguió el mismo método empleado en la anterior edición de la GEMA2, que las categorizaba en dos niveles: recomendaciones robustas (R1), que representan aquellas en las que el grupo elaborador de la guía confía que conlleven más beneficios que riesgos; y recomendaciones débiles (R2), aquellas en las que existe incertidumbre sobre si su aplicación conllevará más beneficios que riesgo. Para efectuar esta distribución en R1 o R2 se ponderó la calidad de la información (a partir de la clasificación mencionada), el balance entre los riesgos y los beneficios de las intervenciones, los costes (según literatura especializada disponible), así como los valores y preferencias de los pacientes (mediante la participación de miembros de la FENAER).
La categorización del nivel de recomendación se estableció mediante consenso, primero entre todos los redactores (ver más adelante método de trabajo seguido) y finalmente, con los revisores (mediante método Delphi), cuya opinión fue vinculante para la redacción final de todas las recomendaciones.
Redacción y consenso del texto y de las recomendaciones. El desarrollo del trabajo de redacción se basó en un sistema de consenso piramidal: de miniconsenso multidisciplinar temático por capítulo, a un gran consenso final entre todos los redactores y revisores. Tomando como base el documento elaborado en la anterior edición y las nuevas referencias bibliográficas sobre asma aparecidas desde 2009 hasta 2015, un grupo de redactores y coordinadores formado por expertos provenientes de las sociedades científicas participantes efectuaron una nueva redacción (incluidas la clasificación de la evidencia y de las recomendaciones) del fragmento del capítulo que se les asignó. Los redactores enviaron sus textos a cada uno de los coordinadores de cada capítulo, formado por los miembros del Comité Ejecutivo de la GEMA. Tras la unificación y revisión de los textos por el coordinador del capítulo, éste remitió el borrador del mismo a todos los redactores del capítulo, para efectuar el primer consenso parcial. Tras las modificaciones se fusionaron todos los capítulos en un solo documento, que a su vez fue de nuevo enviado a todos los redactores y coordinadores para su discusión telemática (y cuando se precisó, en grupos de trabajo, presencial) y aprobación. El documento resultante se remitió a expertos en metodología de guías de práctica clínica del INPECS (Instituto para la Excelencia Clínica y Sanitaria), que efectuaron una revisión crítica de la metodología y redacción del texto y recomendaciones. Tras dichas modificaciones y mejoras, finalmente, las recomendaciones fueron revisadas y consensuadas (mediante método Delphi) por un grupo de expertos en asma provenientes de las sociedades participantes. Las recomendaciones que no alcanzaron un determinado nivel de consenso fueron eliminadas del documento final.
References (0)
Cited by (69)
GEMA 5.3. Spanish Guideline on the Management of Asthma
2023, Open Respiratory ArchivesThe Spanish Guideline on the Management of Asthma, better known by its acronym in Spanish GEMA, has been available for more than 20 years. Twenty-one scientific societies or related groups both from Spain and internationally have participated in the preparation and development of the updated edition of GEMA, which in fact has been currently positioned as the reference guide on asthma in the Spanish language worldwide.
Its objective is to prevent and improve the clinical situation of people with asthma by increasing the knowledge of healthcare professionals involved in their care. Its purpose is to convert scientific evidence into simple and easy-to-follow practical recommendations. Therefore, it is not a monograph that brings together all the scientific knowledge about the disease, but rather a brief document with the essentials, designed to be applied quickly in routine clinical practice. The guidelines are necessarily multidisciplinary, developed to be useful and an indispensable tool for physicians of different specialties, as well as nurses and pharmacists.
Probably the most outstanding aspects of the guide are the recommendations to: establish the diagnosis of asthma using a sequential algorithm based on objective diagnostic tests; the follow-up of patients, preferably based on the strategy of achieving and maintaining control of the disease; treatment according to the level of severity of asthma, using six steps from least to greatest need of pharmaceutical drugs, and the treatment algorithm for the indication of biologics in patients with severe uncontrolled asthma based on phenotypes. And now, in addition to that, there is a novelty for easy use and follow-up through a computer application based on the chatbot-type conversational artificial intelligence (ia-GEMA).
La Guía Española para el Manejo del Asma, mejor conocida por su acrónimo en español, GEMA, está a nuestra disposición desde hace más de veinte años. Veintiuna sociedades científicas o grupos relacionados, tanto de España como de otros países, han participado en la preparación y desarrollo de la edición actualizada de GEMA que, de hecho, se ha posicionado en la actualidad a nivel mundial como la guía de referencia sobre asma en lengua española.
Su objetivo es prevenir y mejorar la situación clínica de las personas con asma, aumentando el conocimiento de los profesionales sanitarios involucrados en su cuidado. Su propósito es convertir la evidencia científica en recomendaciones prácticas sencillas y fáciles de seguir. Por lo tanto, no se trata de una monografía que reúna todo el conocimiento científico sobre la enfermedad, sino más bien de un documento conciso con lo esencial, diseñado para ser aplicado rápidamente en la práctica clínica de rutina. Las recomendaciones son necesariamente multidisciplinares, están desarrolladas para ser útiles y una herramienta indispensable para médicos de diferentes especialidades, así como para profesionales de enfermería y farmacia.
Seguramente, los aspectos más destacados de la guía son las recomendaciones para: establecer el diagnóstico del asma utilizando un algoritmo secuencial basado en pruebas diagnósticas objetivas; el seguimiento de los pacientes, preferentemente basado en la estrategia de lograr y mantener el control de la enfermedad; el tratamiento según el nivel de gravedad del asma utilizando seis escalones, desde la menor hasta la mayor necesidad de medicamentos, y el algoritmo de tratamiento basado en fenotipos para la indicación de biológicos en pacientes con asma grave no controlada. A esto se suma ahora una novedad para su fácil uso y seguimiento a través de una aplicación informática basada en la inteligencia artificial conversacional de tipo chatbot (ia-GEMA).
Frequency of alleles and genotypes associated with alpha-1 antitrypsin deficiency in clinical and general populations: Revelations about underdiagnosis
2023, PulmonologyCitation Excerpt :In these cases, and when appropriate, counselling about preventive health behaviours was offered. The respiratory pathologies diagnosed in the pneumology outpatients, following the criteria of specific guidelines, were bronchial asthma, chronic obstructive pulmonary disease (COPD), sleep apnea-hypopnea syndrome (SAHS), hypoventilation-obesity syndrome (HOS) and non-specific bronchial hyperreactivity (BHR).10-13 The approach followed for the genetic characterization of SERPINA1 is summarized in Fig. 1.
Alpha-1 antitrypsin deficiency (AATD) is an underdiagnosed hereditary condition that promotes the development of lung and liver diseases, and the most common potentially life-threatening genetic condition in Caucasian adults. In this study, the clinical and genetic profile of pulmonary patients from a single center in La Palma Island (Canary Islands, Spain) was assessed to predict how to increase AATD diagnosis.
AATD was tested in 1,493 pulmonary outpatients without regard to respiratory symptoms and 465 newborns. Variants of the SERPINA1 gene were characterised by real-time PCR, DNA sequencing, molecular haplotyping and phenotyping (AAT isoelectric focusing). Different respiratory pathologies were diagnosed in patients and their levels of serum AAT were measured by nephelometry.
The prevalence of pneumological patients with AATD alleles was 30.5%, including PI*S, PI*Z and 6 rare genetic variants. Certain deficiency genotypes were unevenly distributed among patients diagnosed with respiratory diseases: PI*ZZ (71.4%) and PI*SS (34.8%) genotypes were more represented in patients with chronic obstructive pulmonary disease (COPD), whereas PI*MZ (27.7%) and PI*SZ (34.5%) genotypes were more abundant in patients with bronchial asthma. The estimated frequency of PI*S and PI*Z alleles in the general population was 8.2% and 2.1%, respectively. A very significant enrichment (p< 0.01) of PI*S allele, independent of the PI*Z allele, was detected in the clinical population.
AATD diagnosis would improve if both the COPD and the asthmatic patients were included to screening programs. The prevalence of PI*ZZ genotype in La Palma (1/2,162) was relatively high within Spain (average 1/3,344).
Unmet Needs and the Future of Asthma-Chronic Pulmonary Obstructive Disease Overlap
2022, Immunology and Allergy Clinics of North AmericaBiologicals decrease psychological distress, anxiety and depression in severe asthma, despite Covid-19 pandemic
2022, Respiratory MedicineCitation Excerpt :Additional research in this specific medical area has focused on the role of stress in the pathophysiology of asthma. In particular, the activity of the hypothalamus-pituitary-adrenal axis and the autonomic nervous system may partially depend on allelic variations in the genes being regulated by the response to psychological stress [20,21]. The key mediators in the neuro-immune interactions are neurotrophin and neuropeptides, which are secreted from the airway nerves in response to brain signals, thus confirming that asthma is an airway inflammatory disease affected by neurological and psychological factors [22].
Patients with respiratory diseases suffer more from problems of severe psychiatric comorbidity than the general population. Asthma might cause psychiatric disorders and affect patients' quality of life negatively. Previous studies reported that mental disorders prevail in asthmatic patients, causing anxiety, depression, and suicidal risk. The aim of this study is to evaluate in real life the prevalence of psychological comorbidities in asthmatics with severe asthma treated by biologicals (Benralizumab, Mepolizumab, Omalizumab). This study starts with the hypothesis that psychological distress, anxiety, depression and suicidal risk in severe asthma patients decreases if treated by biologicals. This study involves a sample of 90 patients (32 males, 58 females and aged 53.92 ± 15.92) suffering from severe asthma and treated with the biological drugs of Benralizumab, Mepolizumab, Omalizumab during Covid-19 pandemic. At the beginning of the treatment (T0) and after 16 weeks (T1), there have been reported results from both clinical disease control, assessed using the ACT, and psychological disorders, assessed with the PSS, HADS and C-SSRS. In the sample of these patients treated with biologicals for severe asthma, the study reported a significant change in all observed parameters, including asthma control (ACT), stress (PSS), anxiety (HADS-A) and depressive symptoms (HADS-D, despite Covid-19 pandemic. In addition, there was a significant improvement in disease management, perceived stress, anxiety and depressive symptoms after a 16 week treatment for severe asthma, independent from the type of biologic drugs used during the pandemic.
Compliance with the clinical guidelines for managing asthma by primary care physicians: An ambispective observational study
2021, Revista Clinica EspanolaEvaluar el grado de seguimiento de las recomendaciones de las versiones de la Guía española para el manejo del asma (GEMA 2009 y 2015) y su repercusión en el control de la enfermedad.
Estudio observacional y ambispectivo realizado entre septiembre del 2015 y abril del 2016, en el que participaron 314 médicos de atención primaria y 2.864 pacientes.
Utilizando datos retrospectivos, 81 de los 314 médicos (25,8% [IC del 95%, 21,3 a 30,9]) comunicaron seguir las recomendaciones de la GEMA 2009. Al inicio del estudio, 88 de los 314 médicos (28,0% [IC del 95%, 23,4 a 33,2]) seguían las recomendaciones de la GEMA 2015. El tener un asma mal controlada (OR 0,19, IC del 95%, 0,13 a 0,28) y presentar un asma persistente grave al inicio del estudio (OR 0,20, IC del 95%, 0,12 a 0,34) se asociaron negativamente con tener un asma bien controlada al final del seguimiento. Por el contrario, el seguimiento de las recomendaciones de la GEMA 2015 se asoció de manera positiva con una mayor posibilidad de que el paciente tuviera un asma bien controlada al final del periodo de seguimiento (OR 1,70, IC del 95%, 1,40 a 2,06).
El escaso seguimiento de las guías clínicas para el manejo del asma constituye un problema común entre los médicos de atención primaria. Un seguimiento de estas guías se asocia con un control mejor del asma. Existe la necesidad de actuaciones que puedan mejorar el seguimiento por parte de los médicos de atención primaria de las guías para el manejo del asma.
To assess the degree of compliance with the recommendations of the 2009 and 2015 versions of the Spanish guidelines for managing asthma (Guía Española para el Manejo del Asma [GEMA]) and the effect of this compliance on controlling the disease.
We conducted an observational ambispective study between September 2015 and April 2016 in which 314 primary care physicians and 2864 patients participated.
Using retrospective data, we found that 81 of the 314 physicians (25.8%; 95% CI 21.3–30.9) stated that they complied with the GEMA2009 recommendations. At the start of the study, 88 of the 314 physicians (28.0%; 95% CI 23.4–33.2) complied with the GEMA2015 recommendations. Poorly controlled asthma (OR, 0.19; 95% CI 0.13–0.28) and persistent severe asthma at the start of the study (OR, 0.20; 95% CI 0.12–0.34) were negatively associated with having well-controlled asthma by the end of the follow-up. In contrast, compliance with the GEMA2015 recommendations was positively associated with a greater likelihood that the patient would have well-controlled asthma by the end of the follow-up (OR, 1.70; 95% CI 1.40–2.06).
Low compliance with the clinical guidelines for managing asthma is a common problem among primary care physicians. Compliance with these guidelines is associated with better asthma control. Actions need to be taken to improve primary care physician compliance with the asthma management guidelines.
Clinical Characteristics and Risk of Exacerbations Associated With Different Diagnostic Criteria of Asthma-COPD Overlap
2020, Archivos de BronconeumologiaEn la actualidad no disponemos de una definición de solapamiento asma-EPOC (ACO) universalmente aceptada.
Comparar la prevalencia del ACO en pacientes con asma o EPOC, valorar sus características clínicas y la capacidad predictiva de riesgo de agudización de las diferentes definiciones.
Estudio prospectivo observacional con seguimiento de 12 meses sobre una cohorte de asma y otra con EPOC. Se comparan 4 criterios diagnósticos: A) el consenso español del 2012; B) el consenso internacional del 2016; C) el consenso entre la guía española de la EPOC (GesEPOC) y la del asma (GEMA) del 2017; y D) el criterio único de ≥ 300 eosinófilos/μl, propuesto por GOLD 2019. En cada grupo se evaluó el riesgo de agudizaciones.
Se incluyeron 345 pacientes, 233 (67,5%) con EPOC y 112 (32,5%) con asma, con una edad de 63 ± 14 años; el 70,4% eran hombres. Quince (4,3%) pacientes cumplían criterios de ACO con criterios A; 30 (8,7%) con los B; 118 (34,2%) con los C; y 97 (28,1%) con el criterio D. El subtipo ACO-EPOC presentó más edad, peor función pulmonar y mayor riesgo de agudización que los ACO-asma. De todas las definiciones evaluadas, las que presentaron mayor riesgo de agudizaciones fueron la del consenso GesEPOC-GEMA y la propuesta de GOLD.
La prevalencia de ACO varía enormemente en función del criterio diagnóstico utilizado. La población de ACO es heterogénea, con un subtipo ACO-EPOC muy diferente al ACO-asma. Las definiciones que incluyen la eosinofilia identifican a los ACO de más riesgo de agudización.
There is currently no universally accepted definition of asthma-COPD overlap (ACO).
To compare the prevalence of ACO in patients with asthma or COPD, and to assess their clinical characteristics and the capacity of the different definitions to predict the risk of exacerbation.
Prospective observational study with a 12-month follow-up in an asthma cohort and a COPD cohort. Four diagnostic criteria were compared: A) the Spanish 2012 consensus; B) the 2016 international consensus; C) the 2017 consensus between the Spanish COPD guidelines (GesEPOC) and GEMA asthma guidelines; and D) the single criterion of ≥ 300 eosinophils/μL, proposed by GOLD 2019. The risk of exacerbations was evaluated in each group.
A total of 345 patients were included, 233 (67.5%) with COPD and 112 (32.5%) with asthma, aged 63 ± 14 years, 70.4% men. Fifteen (4.3%) patients met the criteria for ACO according to the criteria described under A above; 30 (8.7%) with the criteria of B; 118 (34.2%) with the criteria of C; and 97 (28.1%), with the D criterion. The ACO-COPD subtype were older, had worse lung function, and an increased risk of exacerbation compared with the ACO-asthma group. Of all the definitions evaluated, those which distinguished a higher risk of exacerbations were the GesEPOC-GEMA consensus and the GOLD proposal.
The prevalence of ACO varies enormously depending on the diagnostic criteria used. The ACO population is heterogeneous, and the ACO-COPD subtype is very different from the ACO-asthma subtype. The definitions that include eosinophilia identify ACO patients with a greater risk of exacerbation.